Un cliente arrepentido fue hasta el EMICAR y confesó tener un carnet trucho. El ‘buchón’ pidió hacerse uno real y desencadenó una investigación de Defraudaciones y Estafas.
Por la módica suma de 2000 o 2500 pesos, Ramón Matamoro (29) le daba a sus clientes un carnet profesional del Emicar, sin pasar ningún tipo de examen y, por supuesto, de tan buena calidad que lo hacía casi imposible de detectar.
Un cliente de Matamoro, arrepentido, se dirigió hasta el Emicar y confesó que había comprado su carnet trucho ya que quería sacar uno nuevo y original.
Según informaron de Defraudaciones y Estafas, la dependencia que dirigen la subcomisario Álamo y el oficial inspector Demetrio Illanes, “el hombre dijo que tenía que salir de la provincia y que tenía miedo de que se dieran cuenta que tenía un carnet apócrifo”.
El dato de arrepentido desencadenó una investigación de Estafas que terminó con la detención de Matamoro, en su vivienda de calle Pellegrini, en Rivadavia.
Cuando los pesquisas llegaron al lugar encontraron tres carnets más que estaban listos para ser entregados, fotocopias de DNI, fotos carnet y todo el equipamiento necesario para imprimir los documentos apócrifos en su casa.
Matamoro fue detenido y ahora investigan una red mucho más amplia de falsificación debido a que el Juzgado de Faltas detectó varios carnets apócrifos que fueron secuestrados en operativos de tránsito y necesitan saber si Matamoro fue quien los distribuyó o hay otro falsificador suelto.
La denuncia fue radicada el miércoles por el propio gerente del Emicar y este viernes se llevaron a cabo los allanamientos. Matamoro quedó a disposición del Quinto Juzgado de Instrucción, del juez Benedicto Correa.