Después de protagonizar un hecho delictivo, Maximiliano Orozco consiguió la suspensión del juicio a prueba por un año por Flagrancia. ¿Cómo fue el proceso judicial? ¿Hubo tratamiento especial?
Después de protagonizar un confuso episodio en el que efectivos policiales lo encontraron en la oficina que compartía con otros profesionales totalmente destrozada y él fuera de sí, el reconocido abogado penalista Maximiliano Orozco fue sentenciado este jueves por tentativa de robo a realizar tareas comunitarias, tras obtener la suspensión del juicio por un año.
El juez Eduardo Raed le ordenó prestar servicios en la Residencia de Adulto Mayor Eva Perón durante 3 meses, así como también lo obligó a pagar 200 mil pesos como reparación simbólica a los perjudicados por los daños que causó en el estudio jurídico situado en Aberastain entre Santa Fe y Córdoba que compartía con otros abogados. Tampoco podrá consumir estupefacientes durante un año y será seguido de cerca por la Justicia.
Según se pudo saber , el letrado habría recibido cierto tipo de tratamiento especial con respecto a otras personas que son sometidas al sistema de Flagrancia. En primera instancia, fuentes allegadas detallaron que no utilizó esposas como lo hacen otros que son juzgados. Tampoco esperó demasiado para que se lleve adelante la audiencia pues fue el primer juicio que se llevó adelante en la mañana y rápidamente se resolvió. «A la hora ya estaba saliendo en libertad», señalaron fuentes cercanas sobre el hombre que permaneció detenido desde el viernes en la Comisaría 1ra hasta hoy.
Fuentes oficiales contaron que “el Dr. Orozco había hablado con uno de sus colegas que trabaja en el estudio y le habría dicho que lo estaban vigilando”. Luego de eso ingresó al lugar utilizando la llave de la oficina y destrozó varios elementos. Esto llamó la atención de un abogado que estaba trabajando en la oficina del piso superior, quien dio aviso a la policía pensando que se trataba de un robo.
Acorde al comunicado oficial de Flagrancia, Orozco llevaba un disco rígido debajo del pantalón, que sería de una de las computadoras del estudio y que el mismo se encontraba con intenciones de apoderarse. Además, en registros de las cámaras de seguridad habría estado acompañado por otra persona que no ha sido todavía identificada.
Los destrozos que causó fueron casi totales, como se puede apreciar en las imágenes con una impresora desarmada, partes de una cafetera, partes de 2 modems, una central telefónica, 2 teléfonos, 4 toners de tinta, 5 cables, una cámara de seguridad y un teclado. Los miembros de la fuerza llegaron al lugar para reducirlo y se encontraron con un cuadro del desastre.