Los pequeños y su mamá son de Caucete y se fueron a vivir momentáneamente a La Bebida buscando mejor vida, pero allí uno de los niños encontró la muerte.
No era fácil la vida para Mayco y Kevin en Caucete en su humilde casa de Pie de Palo donde vivían con su mamá Gisela Flores, por eso hace dos semanas se habían ido a vivir a otra casa, también humilde, en lgnacio de la Roza y Pellegrini, invitados por sus tíos Marcos Sosa y Natalia Flores.
“Tenemos una historia complicada de vida, pasa que ellas –Gisela y Natalia- perdieron a sus padres por enfermedades, y ahora perdió a su hijo, no sabe ahora cómo decirle al más grande que se murió el hermanito”, dijo desgarrado Sosa, el tío de los chicos que quería darles un mejor pasar a los niños.
“Ellos vivían en Caucete en la calle San Lorenzo en la casa que le había dejado el padre, ellos quedaron solos con el tío. Yo me los había traído porque venían viviendo una tragedia, porque el tío es mayor de edad, tiene 75 años y había perdido la cabeza y hacía cosas que no correspondía, no abusos pero se levantaba a las noches y se metía a la pieza, estaba en el aire. Vivían con él los tres porque es el único hermano que tenía mi suegro, no tienen más familiares, se quedó el hombre solo. Yo quería que en mi casa les mejorara la vida y fue todo lo contrario”, se lamentó el tío.
El papá de los chicos, Angel Laprida, está separado de la mamá, es un policía, y los ve seguido, pero los niños llevan el apellido materno y estaban a cargo de la mamá que sólo tiene como ingreso la asignación universal por hijo, contó Natalia Flores.
Así, hace dos semanas Gisela y sus dos nenes se habían ido a vivir en la casa de Ignacio de la Roza y Pellegrini, “al más grande le mandaba la maestra los deberes para que no quedara libre y andaban tranquilos. Él va en Caucete a la escuela y la mamá iba a pedir el traslado hasta el año que viene”.
Al momento del accidente, según la tía, “la mamá los llevaba y él se paró ahí y estaba otro de los niñitos y lo tenía yo al más grande y mi hermana al más chico, el niñito jugaba y le pedía a la mamá que no lo agarre y el niñito sale corriendo y ahí lo tira al otro hermanito y se llevan por delante a los dos”. Y agregó con los ojos rojos que Mayco “era un niño tranquilo, jugaba siempre con el hermanito, y el más grande un amor. Salía corriendo y la madre salía corriendo a buscarlo, pero ahora se había puesto así, andaba raro, pero siempre jugaba tranquilo”.
Sosa dijo que se iba a poner a hacer los papeles y que necesita ayuda que iba a pedir en el municipio para el sepelio porque no tienen suficientes ingresos.