Hay otras opciones que podés usar.
Las personas pueden tener alergia tanto a los alimentos como a distintos materiales. El látex no es una excepción. Se trata de un producto que se fabrica con los líquidos del árbol de caucho y se encuentra en la mayoría de preservativos y diafragamas.
La exposición repetida a una proteína del látex natural puede aumentar las probabilidades de desarrollar alergia a este material. El mismo puede causar una reacción en minutos aunque en otros casos se puede producir horas después del contacto.
Los síntomas difieren entre hombres y mujeres. En varones suele causar irritación, picores y sequedad y menos frecuentemente ojos llorosos, estornudos y erupciones en la piel. En ellas además de eso puede generar mal olor vaginal, irritación de la zona, urticaria, angioedema, asma o, en los casos más graves, anafilaxia. Asimismo, se presenta una sensación de quemazón e incomodidad durante el acto sexual.
Pero no te preocupes porque existen otras alternativas al uso de preservtivos de látex que quizá no son muy conocidas.
– Preservativos de poliuretano: son cien por ciento hipoalergénicos, treinta por ciento más delgados y cincuenta por ciento más resistentes. Lo podés usar con lubricantes con base en agua, aceite, silicona y petrolatos. Por otro lado, tienen el mismo nivel de protección contra los embarazos no deseados y las enfermedades de transmisión sexual que los comunes. La desventaja es que no se ajustan tan bien como los otros y siempre tienden a deslizarse un poco. Acostumbran a ser más caros que los comunes.
– Preservativos de poliisopreno: se fabrican con caucho sintético pero no contienen las mismas proteínas que causan las reacciones alérgicas que los de látex. Son igual de efectivos que los tradicionales. No son tan delgados como el poliuretano, pero sí son elásticos y tienen menor porcentaje de rotura y deslizamiento.
– Preservativos de piel de oveja o cordero: Las personas que lo usan dicen no percibir la presencia del profiláctico. Son eficaces para prevenir embarazos pero no proporcionan protección contra las enfermedades de transmisión sexual, pues contienen pequeños agujeros por los que pueden pasar los virus que las provocan. Por esta razón es recomendable solo para aquellas personas que tienen una relación estable y no corren el riesgo de contraer una ETS.
– Preservativos femeninos: aportan un nivel de protección de los embarazos como de las enfermedades de transmisión sexual parecido a cualquier otro preservativo comercial, pero no contiene látex. Son pequeñas fundas de nitrilo (un plástico suave) que se introducen en la vagina y recubren el interior de la misma.
En cualesquiera de los casos, cada persona debe consultar con un especialista para lograr el resultado esperado tanto por profilaxis como de prevención de enfermedades.
(Fuente: TN)